
Músico y “escribidor”
La segunda fecha del Festival Quédate en Casa de Sonidos de Acá trajo otra velada memorable de música nacional, con representantes de 4 departamentos de nuestro país compartiendo su arte y sus visiones de vida. Si bien los participantes provenían de vertientes algo distintas, reinó un clima introspectivo y honesto de principio a fin.
Tras una breve introducción de Pato Peters, se procedió a invitar a los presentadores invitados: el orureño Gigio Díaz de Walkman desde La Paz y la deslumbrante Cecilia Ramos desde Cochabamba. La frescura de Ceci y su conocimiento tangencial de la escena musical contrastaron de manera positiva con la experiencia y la precisión analítica de Gigio, viejo lobo de mar del llamado rock nacional.
También estuvieron presentes los otros anfitriones de la casa: desde la Llajta, Natalia Rojas, y desde la Sede, el Gordito Castañón, que además se encargó de lanzar todos los títulos de las canciones y de operar el conversatorio (Lore Encinas se tomó un descanso en esta ocasión). Después de unos minutos de intercambio, se contactó a Lu Antelo, la primera artista de la noche.

Armada de una guitarra eléctrica con sonido limpio, la joven vocalista de Ginger recorrió siete canciones propias impregnando cada tonada con un aire de dulzura y sencillez. Después de “Ansiedad”, llegó una nueva composición, por el momento titulada “Sol”. Siguieron “Días y al mes” y “Ojos miel”, el tema que le abrió las puertas hace un par de años. Luego llegó “Ciudad acuática”, creación de la cuarentena que será registrada junto a la filarmónica cuando los arreglos estén listos. El momento más emotivo del primer set fue la interpretación de “Marcela”, una preciosa canción dedicada a su abuela que Lu cantó sobre una pista. El cierre fue con la preciosa “Serena” (llamada “Sudoku” por sus amigos), su pieza más conocida. Como bien apreció Santiago Laserna, el siguiente artista del programa, poca gente en Bolivia se anima a apostar por la apacible melancolía del indie low-fi.

Santiago arrancó su set con “Time”, uno de los cortes de “On & On”, su disco lanzado el año pasado durante los meses de encierro. A continuación vino “Running”, otra excelente canción del álbum que Santi ejecutó con soltura. Siguió “La Marea”, otra pieza compuesta durante la cuarentena, demostrando que sus letras en español no tienen nada que envidiarle a su característica lírica anglo.
Uno de los puntos más altos del show de Laserna fue la primera interpretación en vivo de “Days Go By”, un b-side de su primer disco, publicado bajo el título en español de Ecos de Ciudad (Love and Hate EP). Con un punteo ala Donovan, como observó luego Gigio, quedó claro que este temazo merece salir a pasear más a menudo. Cerca del final llegó “Figuras”, estreno reciente producido junto a So Myung Jung. El broche de oro fue encomendado a “Wheels on Fire”, uno de los hits de su banda Capital, que Santi interpretó con aplomo.
Después de su segmento, el cantautor cochabambino se quedó conversando con los anfitriones unos minutos mientras los siguientes participantes resolvían un problema técnico ocasionado por una voz robótica, como si la noticia sobre la desaparición de un cierto dúo francés de música electrónica hubiera encontrado la forma de hacerse presente.

Uno de los momentos más esperados del festival (sobre todo por parte de su fundador), era la presentación de Canela Palacios junto al eximio guitarrista y compositor Marcelo Gonzales. El disco “Sur” de Canela, lanzado hace unos meses, fue aclamado a lo largo del universo musical nacional, llegando a ser elegido como álbum del año en el reciente ranking de Sonidos de Acá.
Acompañada de Gonzales, que participó en la grabación de “Sur”, Palacios dio inicio a su set con “Viento”, una conmovedora tonada de su obra maestra. Siguió “Como un abismo”, un sugerente kaluyo nuevo de Marcelo Gonzales. Después vino “Olivia” de Canela, sucedida por “Fin de año”, una hermosa canción del disco Los compañeros, el dúo que Gonzales comparte con su hermano Anki. El momento más estremecedor de la tanda llegó con “El camión”, quizás el tema más representativo de “Sur”.
El vaivén natural entre las dos voces se dio con fluidez, en particular durante la sección del recital dedicada a dos grandes poetas de La Paz: “Ven”, poema de Jaime Sáenz musicalizado por Marcelo, y “La casa del pan”, una joya de Cane sobre un texto de Blanca Wietüchter. El memorable set concluyó con “Que mi corazón”, un conmovedor chamamé de Gonzales.

La última “tocada” de la noche estuvo a cargo de La Chiva, una de las más grandes bandas de nuestro país. El segmento inició con una seguidilla de cuatro canciones extraídas de “El Museo de los niños muertos”, uno de los grandes álbumes nacionales de la última década: “El Moko Toro”, “Limbo Carmín”, “Simio” y “Latente”.
En formato de trío por la ausencia de Nacho Rocha, percusionista de la banda, los sucreños rindieron una contundente versión de “El Vagón”, pieza que da título a su disco consagratorio. Acto seguido, llegó “Suerte sin blanca”, un clásico instantáneo del “Museo” (Rompe, rema, danza…). “Bella Sinfonía” y “Blues para mi cadáver”, los otros himnos del “Vagón”, concluyeron el viaje musical en una nota altísima.
Durante la pequeña entrevista de cierre, la gran banda chuquisaqueña compartió algunas novedades sobre su nueva obra, que verá la luz muy pronto. Bajo la producción de su aliado, el “Chino” SMJ, su nueva propuesta promete ser uno de los lanzamientos más importantes del año. Más allá de la gran contribución de los miembros más jóvenes, no deja de ser admirable el enorme crecimiento artístico del “Chivo” Pardo y de Sergio Carrasco desde las primeras eras del grupo hasta su actual época de madurez creativa.
Finalmente, como posdata de lujo, Gigio aprovechó la ocasión para revelar un gran acontecimiento para el rock nacional: la remezcla y remasterización de los tres discos (dos álbumes y un EP) de Unit, la desaparecida banda paceña de principios de la década pasada que marcó a una generación.
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