
Comunicadora
Séptiema noche de festival y siete canciones que reviven una gran discografía.
Cuando repasamos un año difícil es inevitable pensar cómo era nuestra vida pre pandémica. Miramos atrás y recordamos cómo se sentía un concierto en vivo, corear las canciones que nos gustaban y vibrar con personas a veces desconocidas que curiosamente se volvían conocidas por la conexión que nos genera la música. Son innumerables los recuerdos que tengo con la música de Atajo. De pronto su despedida el 2017 nos dejó con esa mirada hacia atrás, despidiendo a una banda que había traído ritmos como el huayño, la morenada y la cumbia entre otros a entornos que antes serían solamente rockeros.
En la séptima y última entrega del Festival Quédate en Casa de Sonidos de Acá, la nostalgia de la noche final empezó a sentirse tanto en las conductoras Lore y Natu, como en los conductores Pato y el Gordito. Las primeras notas de Atajo con su “Sobre y Encima” empezaron a sonar desde Suecia, (las bandas longevas tienen ese poder de tocarte el corazón). Panchi Maldonado dio la bienvenida a este inusual concierto virtual, entusiasmado de contar con toda su banda pero sin olvidar dedicar el setlist preparado a la artista María Teresa Dal Pero quien falleció el pasado 2 de marzo durante una intervención quirúrgica, Dal Pero acompañó a Atajo en la canción “Peinándome” del disco “Acusti” de 2015.

Para muchos/as de nostros/as ver a Atajo fue realmente sentirse en casa, desde la intimidad con la que se movían, entre cervezas y saludos seguidos de saludes, con un ambiente equipado para la transmisión. “Quédate Conmigo” fue la segunda canción que escuchamos dedicada a la madre de Panchi. Un breve descanso nos encontró con “La cumbia del Web On” que entre comentarios y likes, dieron paso a las notas de “Oye mi hermano”, rematando con esa canción que es un quita penas para olvidar el dolor. De pronto el 2012 revivió con la “Revolución Indiastral” y mientras todo esto sucedía se hacía evidente que Atajo “sin estar estando, va a seguir estando”. El uso de cámaras, un espacio con 7 músicos entre ellos Carlos Clavijo, Renzo Jaldín, Yoel, Oso y Panchi, nos demostraron la pasión y el entusiasmo de reencontrarse de una manera diferente con el público, no sólo boliviano si no con aquel que en su camino han ido cosechando.

La estocada final llega con “Kalampeando Penas”, una canción que al ritmo del huayño levanta los ánimos y nos deja como un buen público debe quedar, pidiendo otra. Atajo se despide agradeciendo a su equipo, a Sonidos de Acá y a todas las personas conectadas.
Con la nostalgia a mil, quedamos nuevamente en compañía del panel de conductores y conductoras, quienes nos adelantaron que el próximo domingo el equipo de Sonidos de Acá hará un review de las 7 noches del festival. Se despidieron agradeciendo el esfuerzo de todas las personas que les acompañaron durante esta versión y con una sonrisa que reflejó la satisfacción del trabajo bien hecho.

Me quedo con el poder que tiene la música de evocar recuerdos, me quedo con la pandemia que no frena la creatividad ni las ganas de visibilizar el talento nacional, me quedo con músicos que se entregan y se esfuerzan, me quedo con las ganas de romper la virtualidad; sin embargo mientras estos festivales existan en tiempos turbulentos Me quedo en casa donde la música siempre me acompaña. Gracias Sonidos de Acá.
¡Ah sí! 7 también fue la hora en la que Pato Peters se quedó sin luz del día para la transmisión desde su terraza.
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