
Director de El Fin del Silencio
Algo sobre la serie documental que aborda la historia del rock latino, o al menos algo de él.
Para empezar debo decir que el programa está muy bien logrado, una producción de primera, si bien no es la gran maravilla que dicen unos, pero tampoco es la bosta que gritan otros.
¿Pero por qué no logra llenar a todos? ¿Por qué mientras unos quedan extasiados y casi al borde del orgasmo viendo este documental, otros no se cansan de lanzar diatribas contra él y sus creadores? Para esto, en lo personal creo que hay que saber por dónde va la mano y prepararse para ello.
Por todo lo dicho a manera de introducción; sólo diré que hay tres maneras de interpretar la cosa:
1.- Excelente presentación de currículum de Santaolalla. Al brother éste le darán trabajo de lo que sea y donde sea. Se hizo su propio documental para dejar claro que es Dios.
2.- Para quienes no están muy inmersos en la movida, la escena y la historia; es una cosa sumamente interesante y muestra lo que debe mostrar dentro el mainstream y que no asuste ni ofenda a nadie. Finalmente es Netflix, los que hicieron “La Gallinita Ciega” con Sandra Bullock o Roma y todos mearon delgadito de tanta impresión cansando de halagar ciertos trabajos más bien, bastante corrientes, pero es Netflix, lo repito.
3.- Para quienes algo más saben o han formado parte de esta historia, por supuesto que está lleno de huecos y las ausencias, así como algunas participaciones son ofensivas y baratas. Pero ¿quién necesita un documental a fondo, cuando conoce la historia y en gran parte la ha vivido y protagonizado, como músico, oyente, fanático, difusor, gestor o simple testigo? ¿Te digo algo como cuates? No quisiera que salgan muchos jefes y genios del rock y dioses del metal latino en el mismo programa en el que sale Maná o Juanes; o sea que está bien.
La cosa esta bien y bastante bien, o sea que sin esperar mucho, casi nada, sigamos inflándole el ego a Gustavo Santaolalla, que por otra parte se merece esto y mucho más. Porque no era necesario que él solito se lo diga y se lo repita. Sabemos muy bien que siempre fue, es, y será un ¡¡¡genio absoluto!!!
Hay, sin embargo cosas que son casi imperdonables. De hecho la ausencia de muchos protagonistas que ya mencioné. La casi total inexistencia, según el documental de la escena brasileña, que por sí sola es una bestialidad y raíz de tantas cosas a nivel mundial. O probablemente para los creadores del programa, Brasil no es Latinoamérica -esa es una opción- o ¿Santaolalla no trabajo nunca con ninguna banda brasileña? Tendré que repasar un poco los datos. Y tal vez la ofensa que más nos ha llegado a todos; ¡¡¡prácticamente no se habla de metal en todo el documental!!
En fin, como todo lo que se hace y se pone en el dominio público es susceptible a crítica y sabemos muy bien que en un documental nunca estarán todos los que tienen que estar, pero por lo menos reclamamos que los que estén sea por un motivo justificado.
En todo caso, esperemos que el documental siga siendo visitado, siga siendo visto y que sirva para algunos, si no a muchos, como una puerta para poder descubrir uno de los caudales artísticos y culturales más grandes, originales y particulares en la historia contemporánea como es el llamado “ROCK LATINO”
¡¡¡Rompan todo!!! Pero por favor, ¡Ya dejen de romper las pelotas!